Huertas urbanas en Bogotá, una semilla contra el cambio climático

Huertas urbanas en Bogotá, una semilla contra el cambio climático

 

24 de agosto 2023

Es cada vez más frecuente encontrar huertas urbanas en los diferentes barrios de Bogotá, gracias al esfuerzo de sus habitantes. Para llevar a cabo la labor de cultivar alimentos de forma sostenible y priorizando el cuidado del planeta, vecinos y vecinas se unen en pequeñas áreas para promover el cultivo de hortalizas, plantas aromáticas y algunos frutos que se cosechan en los suelos Bogotanos. Estos espacios crean comunidad y fortalecen el arraigo del territorio a partir de la alimentación. 

Así se han creado más de 430 huertas comunitarias en toda la ciudad, resultado de este movimiento, lo que demuestra la capacidad transformadora del trabajo comunitario por el bienestar y como medida para hacer frente a la crisis climática.

La producción de alimentos y la crisis climática

El sistema de producción de alimentos es una de las principales causas de la crisis climática y, a su vez, uno de los principales afectados. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, la crisis climática genera (entre otros factores) cambios en los suelos y el agua, afectaciones a las condiciones de vida de las y los agricultores, la reducción y pérdida de cosechas, así como de la calidad nutritiva de los alimentos, y con esto, el incremento del hambre y la malnutrición.

Por eso un cambio en el sistema de producción de alimentos puede ayudar a la humanidad a mitigar y adaptarse al cambio climático. Así́ lo tienen claro los colectivos ciudadanos que están liderando procesos de soberanía y seguridad alimentaria. Desde allí́, las comunidades reivindican sus prácticas agrícolas, defienden el legado de los pueblos étnicos, las semillas ancestrales y protegen la naturaleza, como lo hacen algunas de las organizaciones que están desarrollando sus iniciativas a través de TIPS Bogotá́.

Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola representan el 30% de las emisiones anuales.

Cuatro proyectos ciudadanos que hacen parte de TIPS Bogotá́

Localidad Rafael Uribe Uribe

Asociación Comunitaria para el desarrollo integral los Chircales (Aschircales)

En lo alto de la montaña del barrio Socorro Sur, se encuentra la Huerta Aschircales, un sitio que en el pasado solía destinarse a la fabricación de ladrillos. Sin embargo, la familia Tenjo Laverde ha logrado transformarlo en un entorno lleno de vida, donde se practica la producción sustentable de alimentos orgánicos y se promueve la preservación del planeta. Desde este espacio, en colaboración con niñas, niños y jóvenes, se desarrollan talleres y encuentros con el propósito de impulsar  la conservación ambiental. Estos encuentros se promueven desde la pedagogía ambiental y buscan concienciar sobre la importancia de cuidar el planeta.

«Para nosotros es esencial formar niñas y niños lideres que sepan producir alimentos limpios y orgánicos en sus casas y comunidades y que conozcan los ciclos vegetativos. Saber cuáles son nuestros alimentos ancestrales y qué es una semilla limpia, es una forma de cuidar, proteger y defender los espacios verdes.

Nuestro proyecto con TIPS Bogotá se basa en el aprovechamiento de los residuos orgánicos porque sabemos que en Bogotá́ estos salen en cantidades desorbitantes. Las y los niños ya fueron capacita- dos para hacer la separación de basuras reciclables y orgánicas. En nuestra huerta hacemos el proceso de comercialización, recuperación, y aprovechamien- to para volverlo compost y humus. De esta forma nuestra comunidad está viendo los elementos orgánicos como aprovechables y no como basura» José Alexander Tenjo

«Nosotros protegemos el ambiente desde la alimentación trabajando en educación ambiental» Ashircales

Huerta Huítaca

En el Barrio Villa Luz, en la localidad de Engativá, se encuentra la Huerta Huitaca. Este espacio representa una combinación de salud, arte y memoria, donde la comunidad comparte el compromiso por la alimentación y promueve estilos de vida saludables. Uno de sus objetivos principales es fomentar la soberanía alimentaria en el territorio.⁣

Para lograr esto, en su proyecto Huertas urbanas y autosostenibilidad: Salud, arte y memoria, apoyado por la estrategia TIPS, desarrollaron diversos talleres. Entre ellos, se incluyen talleres sobre bebidas fermentadas y alimentación tradicional. También se llevaron a cabo jornadas para embellecer la huerta y se realizó el taller sobre aprovechamiento de residuos orgánicos a través de la paca biodigestora que tuvo la participación de las vecinas y vecinos del barrio que comparten su sentir por el cuidado de la alimentación y del cuidado.

«Buscamos hacer una producción sostenible de alimentos rompiendo el modelo convencional que se basa en el uso de químicos»

Red de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Nazareth

Imagen del Colectivo Terrazas Verdes - Barrio San Eusebio - Localidad Puente Aranda

Colectivo Terrazas Verdes

En el barrio San Eusebio se encuentra la Huerta Urbana JAC San Eusebio. Desde este lugar, se trabaja en comunidad para fomentar la apropiación responsable del territorio, la inclusión e integración comunitaria, así como el cuidado del ambiente. Uno de sus esfuerzo se centra en hacer frente al cambio climático. En palabras de Diana Milena Chavarro: «La reconexión ambiental con el territorio es fundamental para hacer frente al cambio climático, abordando temas como la agricultura urbana, hábitos de vida saludable y salud ambiental.» Todo esto se logra a través de prácticas de esparcimiento sano y seguro, la integración de personas de diversas edades, la apropiación del territorio y la convivencia con las especies que comparten el territorio con nosotros.

Nuestra iniciativa con TIPS se llama “Aula ambiental San Eusebio”, con la que queremos fortalecer actividades culturales, artísticas y lúdicas, desde la divulgación y apropiación del conocimiento, a partir de la participación e integración de la comunidad para la producción de alimentos sanos y seguros, promoviendo la autonomía y soberanía alimentaria, la reivindicación de alimentos ancestrales y la apropiación responsable del territorio”.

«Es fundamental la reconexión ambiental con el territorio» Colectivo Terrazas Verdes 

Colectivo Casmofito

En la localidad de Suba, se encuentra el Colectivo Casmofito. A través de su proyecto «E-conciencia, salud y bienestar«, trabajan desde la pedagogía con niñas, niños y jóvenes, con el objetivo de generar conciencia sobre el territorio y el cuidado del ambiente.

Erwin Nell López Galindo: «En el barrio veíamos que no había muy buenas prácticas con los desechos, no se reciclaba, había problemas de basura. Pensamos que uno de los problemas que podíamos ayudar a solucionar a través de la pedagogía era hablar de la importancia de conservar el territorio mediante una gestión adecuada de los residuos y conociendo el entorno».

El proyecto busca que los colegios se integren a esta labor tan enriquecedora: «Estamos buscando que los niños conozcan el campo, enseñarles cómo se cultiva, también transmitirles la importancia del reciclaje y el uso responsable del agua. En el campo es donde se valora cada una de estas cosas».

«Enseñarles a los niños que las gallinas son las que proveen huevos, que las vacas son las que dan leche. Muchos en la ciudad no saben esto. Me siento satisfecha de saber que podemos transmitirles un pedacito de nuestro conocimiento a los niños y a todas las personas». María Isabel Orjuela, fundadora de la Huerta Jacanavivero. 

Descubre el primer capítulo de la serie «Al Fogón», en el que se unen la Huerta «La Angelita» en Suba y la Huerta «Aschircales» en la localidad de Rafael Uribe Uribe. Juntas, exploran cómo la alimentación impulsa la creación de comunidad y cuidado del planeta.

Los cuatro proyectos desarrollados en las diferentes localidades de Bogotá y apoyados por la estrategia TIPS de la Dirección de Participación Social, Gestión Territorial y Transectorialidad de la Secretaría Distrital de Salud tienen como objetivo fomentar entornos saludables y de bienestar ambiental, a través de iniciativas comunitarias y participativas que cobran vida en toda la ciudad. Su enfoque radica en reducir de manera efectiva el impacto del cambio climático en la ciudad.

¿Cómo hacer una huerta en casa?

Cómo hacer una huerta en casa

Plogging, el deporte que cuida el ambiente y la vida mientras recoge residuos

Plogging Colombia cuida el ambiente y la vida mientras recoge residuos

9 de junio 2023 – TIPS Bogotá

Correr es una actividad que lleva miles de años, pero ¿qué pasa si a esta práctica deportiva le sumas la recolección de residuos? Esto se llama plogging, un deporte que ha ganado popularidad en todo el mundo y que incentiva a las y los corredores a recoger residuos mientras corren o caminan. Esto combinado con el ejercicio físico y el cuidado del medio ambiente.  

En Bogotá, este movimiento global tiene representación a través de la organización Plogging Colombia. Durante más de 5 años, han recorrido barrios, montañas, lagunas y humedales de la capital y el país, transformando los lugares que visitan en espacios más limpios y contribuyendo a la conservación del medio ambiente y la vida. 

“Cuidarnos para cuidar el medio ambiente”: un lema de Plogging Colombia

©Plogging Colombia

Para la organización bogotana, el equilibrio entre mente sana, cuerpo sano y ambiente conservado, es su principal objetivo. La iniciativa que conecta a los participantes con el cuidado del medio ambiente y los procesos de reciclaje, involucrando el deporte, la salud y el bienestar. Para Viviana Saavedra, directora de Plogging Colombia, esta actividad, “no solo cambia la vida de las personas desde el punto de vista físico y emocional, si no que también les permite una nueva perspectiva al ver el mundo”. 

 La práctica del plogging comienza con jornadas de limpieza en lugares que necesitan ser recuperados. El primer paso es realizar una convocatoria en redes sociales, y una vez que los participantes llegan, comienza el alistamiento. En el punto de partida, las personas realizan ejercicios de estiramiento corporal y reflexionan sobre la importancia de cuidar su propio cuerpo, así como la solidaridad, la conciencia ambiental y, sobre todo, el trabajo en equipo como base fundamental de la actividad. 

Durante el recorrido, las personas se dividen en grupos. Con guantes y en bolsas de distintos colores recogen los residuos que se encuentran en el camino. En medio de la actividad, los ploggers (participantes) comparten saberes y conocimientos propios de sus profesiones, dando paso a un diálogo ciudadano de diversos saberes. 

La palabra «plogging»es una combinación de la palabra «plocka upp» (recoger) en sueco y en ingles jogging (trotar), lo que resume  la esencia de esta actividad: recoger basura mientras se hace ejercicio. 

La unión entre el deporte y la conservación ambiental hacen del plogging el escenario perfecto para activar el compromiso y las destrezas físicas y sociales. “Haces una actividad en la que te estás entregándote salud y bienestar, y en medio de eso, estás contribuyendo con la naturaleza. Es un deporte de gana, gana, gano yo, gana la naturaleza, ganamos todos. Eso es el Plogging, una relación macro, multidisciplinar, de salud individual y de salud planetaria”, dice Viviana. 

¿Cómo nació el plogging?

El termino nació en Suecia en 2016 de la mano del corredor, Erik Ahlström,  quien combino su pasión por correr con su preocupación por el cuidado del planeta y la acumulación de basura en las calles.  Desde entonces, esta actividad ha crecido y ha captado la atención de miles de personas en todo el mundo. más de 25.000 personas en 150 países, practican diariamente el Plogging

Más de 25.000 personas en 150 países, practican diariamente el Plogging”

Encontrarse para trotar, conversar y reciclar

El plogging también invita al cuidado de quienes lo practican en una relación de cuerpo, mente y entorno que libera energía vital y les hace más consientes sobre cómo se está viviendo y cómo se habita el mundo. “Si hacer deporte de por sí trae muchos beneficios para la salud cardiovascular, sumarle el contacto con la naturaleza también trae bienestar emocional; por el aporte que sientes que haces cuando limpias un sendero”, dice Juan David Montoya, participantes de las actividades. 

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Al final del recorrido, los ploggers clasifican los residuos en diferentes tipos de materiales, como vidrio, papel, cartón, plástico, chatarra, entre otros. Estos residuos son entregados por el colectivo Plogging Colombia a diversas fundaciones de recicladores, quienes se encargan de organizar, apilar y vender los materiales. 

©Plogging Colombia

El Plogging más allá del Plogging

Entre el espacio público y las casas de cada plogger también hay impactos positivos.  Muchas y muchos ya reciclan en sus casas, tienen una constancia para ejercitarse, también cuentan que han disminuido el consumo de proteína animal, y han cambiado su forma de relacionarse con las y los recicladores, a una forma mucho más colaborativa.  

“Siempre la gente nos ve y aplaude, nos da ese recibimiento y esa gratitud por que están viendo que hay personas que están preocupadas, que están limpiando y que están limpiándoles sus cuadras, su barrio. Invitamos a esas personas a movilizarse. Necesitamos más manos, más personas conscientes del planeta y de ellos mismos”.  

En 2022, Plogging Colombia llevó a cabo un proyecto de iniciativa comunitaria en la localidad de Barrios Unidos, como parte de la estrategia de participación «TIPS Bogotá» de la Secretaría Distrital de Salud. Implementaron la propuesta «Cultura ambiental para todos y todas», demostrando su compromiso con la promoción de la conciencia ambiental en la comunidad. 

Si te interesa ponerte los tenis, los guantes y salir por Bogotá o Colombia a hacer plogging, súmate a las actividades de la organización en las redes sociales  https://www.instagram.com/ploggingcol/reels/?hl=es